- es impresionante – dijo Mark – el equipo Bravo era uno de los mejores
- sí y ahora está hecho pedazos – dijo Erick. Poco a poco comenzó a nublarse. Pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer al suelo.
- genial, está lloviendo – dijo Keitaro y se oyeron pisadas detrás de ellos.
- será mejor que encontremos un lugar donde quedarnos mientras la lluvia pasa – dijo el capitán. Caminaron por el desfile hacia un pequeño edificio. Un pequeño restaurante de comida italiana.
Derribaron la puerta principal, al entrar revisaron que no hubiera ningún infectado.
- Keitaro, tú y Mark revisen la cocina. Hay que asegurarnos que no hay nada aquí – dijo el capitán. Ambos soldados entraron. Al abrir la puerta un infectado rugió. Sobre la mesa estaba el cuerpo de un hombre, el cual era la comida de aquel infectado, el estomago estaba abierto y parte de las viseras estaban en el suelo. Mark reacciono disparándole a la boca ensangrentada de aquel monstruo. Los demás soldados entraron a la cocina al oír los disparos
- ¿todo está bien? – dijo John entrando.
- sí, descuida, nos dio un pequeño susto pero ya nos encargamos de él – respondió Mark. Los soldados salieron de la cocina. El resto del lugar estaba limpio, no había ni siquiera rastros de infectados.
Todos se tomaron un descanso. Jessica se sentó junto a una de las ventanas del restaurante. Miraba las gotas de lluvia caer sobre la ventana mientras recordaba cómo fue que había salido de esa ciudad. Dentro su mente aun podía oír las voces de sus compañeros, aun podía ver la sangre de su padre al cerrar los ojos. James se acerco a ella, se sentó a su lado.
- conozco esa expresión – le dijo James sin mirarla directamente – has perdido a alguien, ¿no es cierto?
Ella se mantuvo en silencio por un momento, y el capitán volvió a hablar.
- para muchos eres una heroína, eres la única persona que logro salir de esta ciudad. Pero es curioso que nadie sepa cómo es que lo lograste – James miro a Jessica.
- es difícil de explicar – dijo ella
- a mi me es fácil entender – respondió James. Paso un corto silencio para que Jessica comenzara a hablar
- ese día, mi equipo y yo estábamos encargados de ayudar a la policía de la ciudad a resguardar el orden. Durante el día solo habíamos tenido problemas con personas que bebieron en exceso, fuera de eso todo marchaba bien hasta que…- Jessica fue interrumpida por los aullidos de infectados muy cerca de ahí. Los soldados se pusieron de píe y tomaron sus armas, de pronto, seguido de los aullidos se oyeron los disparos de un arma. El sonido venia de la calle detrás del restaurante. El equipo salió por la puerta trasera del lugar. Afuera aun llovía y los aullidos se hacían cada vez más lejanos al igual que los disparos que cesaban a ratos y se volvían a oír. Todos corrieron deprisa, sabiendo que alguien, una persona había sobrevivido.